simbiosis

[ mvd, domingo 24 de setiembre del 06 ]

Han pasado dos días, desde que invadí la úlima hoja de mi libreta. Esa que no deja que se me vuelen las ideas. Se llenó de mí. O tal vez de vos, pero de vos visto por mí. De cierto modo murió pero a la vez nació, se definió. Puede que suene confuso. Lo que quiero decir es algo así como que, las cosas, las personas, quedan definidas en el momento en que mueren. Y hay un cierto vínculo, creo que imaginario, digamos, un pseudovínculo, pero vínculo al fin entre definirse y existir. Por eso es ahora y no antes, que puedo decir, que mi libreta existe como lo más parecido a un libro que yo haya escrito jamás.
Han pasado dos días, para llegar a hoy. Y hoy, mi reynolds candy, mi pluma fetiche, se extingue. Su trazo entrecortado me anuncia: lo inevitable.
Y así descubro, que ellos, secretamente y en mis narices, crearon una simbiosis. Una simbiosis de tinta y papel. Una simbiosis como la de esos viejitos, que cuando uno muere, el otro muere de nostalgia y de soledad, de sinsentido y de lealtad.
Creo que me gustaría morir así, no por la muerte en sí, si no por lo que una muerte así implica haber vivido.
Quiero vivir, vivir para morir, así.