Fe de erratas

Este post debería llamarse Nota del Editor, Message from Webmistress o algo así, pero debo confesar que sucumbí al encanto marketinero de "Fe de erratas", o me vas a negar el morbito que te despierta el hecho que se insinue un error ajeno confeso. Claro, es mucho más divertido ver como el compañerito González no sabe que responderle a la maestra y se pone colorado y le sudan las manos, que escuchar la que de antemano sabés correcta respuesta de José, el lorito. Y la Nota del Editor suena a eso: a demagogia incuestionable, enlatada y empalagosa.
El anuncio es que cambié cosas en el post anterior, y que sé volverá a pasar, es más va a pasar todo el tiempo con ese post y con todos. Puede que no sea del todo ético, pero en definitiva es mi blog, mío, mío, mío, así que si no rompo los platos acá, donde los voy a romper? es acá donde tengo la desestresante oportunidad de romper tazas, ceniceros, grafitear paredes, no pagar gastos comunes y mandar a mi vecina de una vez por todas a la concha de su madre a freír espárragos. Así que nada, más vale mirale el lado positivo, ahora el blog tiene un valor agregado: siempre vas a poder jugar a encuentre la diferencia.
Tampoco es que todo esto sea un capricho premeditado y deliberado, no , nada de eso, sucede de manera natural por básicamente dos razones:
1) Escribo y posteo sin releer demasiado, así que cuando lo releo y encuentro errores, detalles, etc. ya está posteado.
2) Y esta es la parte más existencial del asunto. Pasa porque así pasa con la vida: muta, todo el tiempo, o por lo menos así pasa con la mía. Yo muto todo el tiempo y así lo que escribo, lo que quiero, lo que siento. Así que en definitiva todo este asunto un tanto caótico es lo que mantiene verdadero este blog, lo que no lo deja despegarse de su escencia. Ni de mí.
Y las cosas son lo que son, y hasta donde yo sé los olmos siguen sin dar peras, y vos estás leyendo inestable.com.
Y de todos modos la vida no es más (ni menos) que esto: una contínua fe de erratas.