Decidí comprarme una pilsen en una estación de servicio a la que nunca fui, que queda en un lugar de la rambla al que nunca voy.
Yo entraba a por mi pilsen, y con pilsen en mano (otra, claro) Leo que salía.
Obvio que me invito a tomar una juntos.
Obvio que le dije que no.
Obvio que no insistió.
Obvio que vestía remera negra y pantalón azul.
Obvio que mientras me saludaba se sacó la remera.
Obvio que estaba bronceado.
Obvio que si lo conocieras esto que escribo te parecería genial.
Pero como seguramente no es el caso, obvio que no.